Es una cirugía genital que se basa en la reparación del periné (zona comprendida entre la vagina y el ano), lo que incluye la piel, la dermis y las estructuras musculares de la zona. Su objetivo fundamental es corregir todos los daños producidos en los partos, así como disminuir la amplitud del introito y mejorar la calidad de las relaciones sexuales.
Está indicada en aquellas mujeres en las que es necesario corregir los pequeños desgarros que se producen en los partos, o bien corregir la cicatriz de la episiotomía.
También tiene indicación en las mujeres con estrechez vaginal, en quienes vuelve a la normalidad la capacidad vaginal.
Es una cirugía menor, los riesgos son mínimos y comunes a cualquier intervención menor como infecciones, inflamación de la zona y sangrado postoperatorio (normalmente menor a una regla).
Se recomienda reposo en casa de mínimo 24 horas para reintegrarse a la vida cotidiana.
Durante los primeros días se realizan cuidados post operatorios sencillos, pueden ser lavado de heridas, aplicación de crema reparadora y analgesia.
Cada mujer es diferente así que el tiempo exacto marcará la evolución de la paciente, se recomienda 3-4 semanas después de la intervención para las relaciones sexuales vaginales o anales. Para el deporte puede ser variable.